Listado de productos por marca Pago de La Boticaria

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Pago de la Boticaria es una bodega situada en el pintoresco valle de Jiloca, Aragón, que se enorgullece de elaborar vinos excepcionales en un entorno singular. Rodeada de viñedos centenarios, esta bodega aprovecha su ubicación en suelos formados por pizarras degradadas y otros minerales, en un contexto de clima continental que favorece producciones limitadas pero de gran calidad. Los vinos de Pago de la Boticaria son el resultado de una filosofía de mínima intervención, buscando reflejar al máximo el sabor de la tierra, la rica microbiota y la biodiversidad que habita en sus viñedos.

La bodega entiende la importancia de la conexión con la naturaleza, permitiendo que las viñas se expresen sin interferencias químicas ni mezclas que homogenicen el producto. Cada añada es una sorpresa, un testimonio del respeto hacia el entorno natural y los ciclos de la viticultura. La bodega evita prácticas intrusivas y permite que la Naturaleza marche a su propio ritmo, asegurando que cada año se obtenga un vino diferenciado y único, como un regalo de la tierra. 

Además, el equipo de viticultores y enólogos de Pago de la Boticaria actúa como observadores respetuosos del proceso, minimizando la alteración de la cosecha y garantizando que el vino producido contenga la esencia del lugar. Con un microclima que combina influencias mediterráneas y un régimen de lluvias escaso, las viejas vides de la bodega son robustas, con raíces que se sumergen en secanos con más de 500 millones de años de historia. Esta conexión con el tiempo se manifiesta en su vino TRILO-VITES, que encarna la herencia de la vida en la Tierra desde épocas remotas, gracias al cuidado extremo en su cultivo y a la recuperación de métodos tradicionales.

La vendimia se lleva a cabo manualmente y se resalta la labor meticulosa en cada etapa, desde la poda, que comienza en febrero, hasta la recolección en cajas, que garantiza la integridad de las bayas. La riqueza de levaduras en el suelo y en las uvas permite una fermentación espontánea, dando vida a caldos naturales de una calidad extraordinaria. 

Los viñedos también son un santuario de biodiversidad, albergando una rica fauna que incluye desde conejos hasta aves, creando un hogar que, para los encargados de la bodega, es un remanso de paz del que les cuesta salir. Así, Pago de la Boticaria se establece como un referente en la viticultura respetuosa, donde cada botella cuenta una historia que une el pasado y el presente de la tierra.