Listado de productos por marca El Escocés Volante
Hace treinta años, en las vinotecas de Edimburgo, comenzó la historia de una familia apasionada por el vino que se embarcó en un viaje por distintas regiones vinícolas del mundo antes de aterrizar en España en 2003. Fue en Aragón donde quedaron cautivados por la uva autóctona Garnacha y decidieron establecerse para rescatar y dar nueva vida a las viejas cepas de esta variedad, así como al Macabeo.
Actualmente, su propiedad cuenta con 40 hectáreas de viñedos, principalmente de Garnacha de entre 50 y 115 años, así como otras variedades como Mazuelo, Moristel, Macabeo, Garnacha gris y Provechón. Han iniciado un programa de plantaciones nuevas con el objetivo de crear las viñas viejas del futuro. Trabajan en colaboración con un colectivo de viticultores locales que comparten su filosofía de sostenibilidad, la cual es una prioridad para la familia.
El dueño y enólogo, Norrel Robertson, es un Master of Wine que ha sido reconocido por su excelencia en viticultura y enología. Creen firmemente que la calidad de un vino comienza en el viñedo, por lo que se esfuerzan por elaborar vinos auténticos que reflejen lo mejor del terruño. Además, están comprometidos con ofrecer vinos de calidad a precios justos y honestos, contando historias a través de sus etiquetas inspiradas en su amor por la tierra adoptiva.
En cuanto a sostenibilidad, desde 2014 realizan una viticultura ecológica en sus viñedos y están en proceso de certificación. Se han comprometido a reducir su impacto ambiental con prácticas como el uso de biochar, el reciclaje de materiales en la bodega y la reducción de la huella de carbono en el transporte de las botellas.
Además, son parte activa de la comunidad local, brindando empleo a trabajadores con experiencia y sabiduría local. Operan en una región de paisajes extremos, con un clima continental y una gran diversidad de suelos que confieren a sus vinos una personalidad única. Sus viñedos se encuentran en secano, produciendo uvas concentradas y vinos frescos gracias a la altitud y a las prácticas regenerativas en el viñedo.
En resumen, esta familia de viticultores ha encontrado en Aragón su hogar y su pasión, creando vinos auténticos, sostenibles y llenos de historia que reflejan su amor por la tierra y la comunidad que los acogió.